martes, 28 de julio de 2015

Apuntes de una escucha

La concepción de un ente inasible, sonido, como materia de creación, genera confusiones de términos los cuales utilizamos para nombrar los objetos, formatos de producción o reproducción.

El arte con sonido o el arte del sonido no es una bocina sonando, una instalación activada en algún sitio específico, una obra gráfica con altoparlantes, un disco compacto, un acetato ni una cinta electromagnética.

El valor del objeto queda soslayado a un ente sin existente, sonido como materia de creación, así pues el objeto de culto no es más objeto, se convierte en un ser-sujeto, a partir de la experiencia de la escucha

La experiencia activa, artística, del escucha le permite interactuar con la obra, lo sensibiliza, la sensibilización se convierte en contraparte de la enajenación que esta directamente relacionada con el valor de culto de la obra, es decir, en cuanto se hace fetiche pierde su capacidad de sensibilizar.

La contemplación del arte con sonido o el arte del sonido no siempre irá ligada a un objeto visible, de ahí que al enunciar este "método" de creación artística las categorías empleadas para las artes plásticas no sean pertinentes o traducibles a dicho arte. 

Que no exista aún una definición propia de "arte sonoro" no se reduce la imposibilidad del lenguaje al tratar de enunciar términos totalizadores y al mismo tiempo excluyentes en su clasificación, más allá de un entendimiento del idioma, el signo o la forma. ¿En qué radica? ¿Estamos buscando una definición unificadora de la metodología de creación artística con sonido? ¿Los artistas están interesados en dialogar sobre su obra? ¿Se busca institucionalizar al arte sonoro convirtiéndolo en un "ismo"?

lunes, 20 de mayo de 2013

Music is not a science


Hoy en la clausura del Aural escuché a una chica que decía: "pues bien, aquí disfrutando la música, aunque no entienda nada…"

Con esa frase se me vinieron tantas cosas a la mente… la música está llena de sensaciones, al volverla “docta” pierde todo sentido, ¿por qué esa chica tendría que “entender” algo? ¿A caso si no conoces la historia del noise no lo puedes disfrutar o todo lo contrario, no te gusta pero lees su historia para que te guste?

El acercamiento a la música siempre será subjetivo, sensitivo y, por decirlo de alguna forma, empírico, posteriormente si eres un super clavado, melómano, o quieres dártela de experto (conozco algunos así) empiezas a investigar, lo que te permite ir adquiriendo nuevas experiencias sonoras, descubriendo géneros y subgéneros (clasificaciones que yo no comparto) bandas, solistas, duetos… una infinidad de posibilidades sonoras que te van dando mayor sensibilidad auditiva.

Este año, como los pasados, el festival trajo muchas propuestas que es difícil encontrar en otro lugar. De lo que pude escuchar, porque no pude asistir a dos de los principales conciertos, me quedo con lo siguiente:

Stalaktos, noise duo, llevan tocando alrededor de 3 años, sin embargo, los hermanos Fierro son músicos desde hace más de 20 años, lo que les facilita la improvisación (o yo me quiero suponer). La explosión y entrega en el escenario se sintió desde el inicio de su participación, el goce y la conexión entre ellos se refleja en lo que escuchamos.



Kevin Drumm, Mika Vainio y Oval… como dijo un amigo, “después de Stalaktos todo se escuchará fresa”, Kevin Drumm sí me gustó pero me quedé con ganas de más por parte de Mika y Oval, la intensidad de la noche fue disminuyendo.

Chefa Alonso y Fernando Vigueras, grandes músicos unidos en un dueto que me dejó un gran sabor de oído. De Chefa conocía muy poco, a Fernando lo había escuchado en vivo con la Generación Espontanea. Sin lugar a dudas “la improvisación libre” nos pone en el papel de acompañante del músico y por ende un escucha más activo.


Y para cerrar (no el festival) Nate Wooley, trompetista que hace maravillas con su instrumento y un amplificador. La trompeta se vuelve una extensión de su cuerpo, o quizá su cuerpo es una extensión de la trompeta, existe tal comunión que hasta se me enchinó la piel.


Como saben, no soy una docta en música hablando, simplemente escribo lo que me gusta porque me gusta. 

sábado, 30 de marzo de 2013

Experiencias sonoras del tercer tipo


Este mes pude asistir a varios eventos de música contemporánea, experimental, arte sonoro... en fin, todo aquello con relación al sonido.

En cada lugar es una experiencia nueva que va acompañada por una anterior, la acumulación de ellas no me hacen mejor persona, o alguien más interesante, o especial. Simplemente me permiten disfrutar cada cosa y poder reflexionar entorno ello, para mi y para quien quiera escucharme y en su defecto, leerme.

El viaje comienza en el seminario abierto de música contemporánea con Gabriela Ortiz, Alejandro Escuer y Fernando Domínguez (los dos últimos parte del ensamble ONIX) una charla en la Nacional de Música enfocada a estudiantes de instrumentos de viento y composición, fue muy interesante estar con personas que desconocen el arte sonoro y la música contemporánea, por lo menos su ejecución, chicos que tienen toda la escuela de la música tradicional europea, y que se sentían atraídos por la forma, partitura, ejecución, de piezas como Jackdaw para clarinete bajo y electroacústica de Wayne Siegel ó 100 Watts para flauta, clarinete bajo y piano de Gabriela Ortiz.



Lo que me dejó sorprendida fue que cuando Fernando y Alejandro les platicaron sobre CMMAS (Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras), sus residencias artísticas, eventos, festivales… en fin, no tenían idea de qué diablos les hablaban pero se veían con gran interés, lo cual promete una nueva generación de músicos compositores experimentales.

Y hablando de Generación, la Espontánea es la que se lleva las palmas, en la presentación en la Esmeralda del CENART, tuvo lugar un encuentro de amigos, seres espontáneos, sonidos explosivos, resonantes, ¿disonantes? Silencio, ruido, música.

Una comunión entre los intérpretes y los instrumentos, ¿quién hace hablar a quién?
Suena, calla
Mueve, para
Cocodrilo
Escucha, eres parte.

Y esa misma comunión se dio en el Laboratorio Arte Alameda en un concierto para voz y campanario "Aequinoctium" de Rogelio Sosa, una intervención dentro de la exposición en turno del LAA, voz-música, distorsión, encuentro místico.


La repetición de la voz distorsionada, el lugar y el ambiente se fusionaron en un sólo giro… oscilación que penetró mi escucha y después la explosión, el desbordamiento y el abandono en el sonido.
Un grito que pretende ser escuchado, un proceso de disociación sonora, ruidos satanizados logrando una comunión en el atrio del templo.

Viajando entre “Sonoridades Itinerantes” llegamos al jardín de Fonoteca Nacional en la presentación de Cuentos Binarios para Organismos Unicelulares de Álvaro Ruiz. Este viaje sí fue muy personal, el artista te propone recorrer el jardín para que formes parte de la historia de hadas, narrada en un sistema multicanal, no me negué a la experiencia y comencé a caminar, el sonido era envolvente y no sólo por el sistema de reproducción sino en general te atrapaba.


Esta vez creo que los visuales estuvieron de más, el sonido por sí mismo te llevaba de la mano, claro para los que decidieron hacer el recorrido y no quedarse sentados viendo las pantallas. De la nada me surgió la necesidad de hacer un recorrido a ciegas, un amigo me agarró del brazo, cerré los ojos y no se volvieron a abrir hasta que terminó el paseo, el sonido lo era todo, lo único que percibía visualmente eran los estrobos que iluminaban mi oscuridad.

Y el viaje del mes termina de nuevo en LAA, con el órgano intervenido por “Mecanismos del porvenir”, colaboración de Rafael Durand, Fernando Zedillo, Cuitláhuac Acuña y Kazuhiro Murakami. La verdad me impresionó la intervención audiovisual que hicieron, la sincronización de imagen-sonido te transportaba a un mundo de ciencia ficción.


Ahora no fue necesario, cerrar los ojos y perderme en el sonido, los visuales no disminuían la experiencia sonora: los tubos del órgano invertido se convirtieron en una pantalla tridimensional y las luces proyectadas los transformaban a la vez en piezas de un teclado, encendiendo nota a nota mientras disfrutabas de la reverberación natural del recinto. Y por un momento nos encontramos empapados por una cascada de luces sobre los tubos que emanaban una lluvia de sonora.

Un juego de decodificaciones, voces mecánicas, transformación de mensajes, conversaciones sonoras, experiencias sónicas… quizá una intervención que engloba a la perfección las “cinco variaciones” de Tania Candiani; en la búsqueda de emitir un mensaje a través de las variaciones mecánicas, haciéndonos participes de una danza entre luz y sonido.

Me alegra que se esté dando más apertura a este tipo de eventos y aunque casi siempre voy a Fonoteca o al Arte Alameda ya hay más espacios que permiten tener más experiencias sonoroas del tercer tipo.

jueves, 7 de marzo de 2013

Sonidos del papel


Comúnmente escribo lo que me pasa en el día, las reflexiones que hago al respecto, lo que vivo, lo que siento… a veces no lo hago tan seguido, otras no puedo parar.

Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.
Salvador Elizondo, El grfógrafo.

"Pulsiones hacia una escritura originaria"
Performance de Bárbara Lázara

Expresividad del cuerpo, movimiento, escritura, ¿escritura, dibujo, trazos…?

Los sonidos de un cuerpo danzando sobre el papel, dándole vida a la pluma y el lápiz, amplificando la voz de ellos, el sonido de su cuerpo, quizá como un grito del mismo que exige ser escuchado y ahora leído.

¿Quién eres, tú sonoro al fondo de mi mismo? 

¿Cómo te llamas, horizonte presentido, oscuridad ansiada, ápice del fin, paisaje último donde el gozo no puede saber sino a agonía, olor álgido de un páramo donde la nada hace vomitar y el ser marea, rayo de muerte que sin embargo incendia toda vida? 

¿Quién eres? 

Palabra y silencio, abrazo perfecto y soledad que aterra, memoria secreta de la que se desprenden todos los recuerdos acallados y, a la vez, olvido radical en cuyo vértigo el pasado se disuelve y sólo queda un presente inenarrable (para describirlo, las viejas palabras no nos sirven).

“Extractos sobre el cuerpo”, en El Dios de la Intemperie 
de Armando Rojas Guardia

¿Y después qué queda?

La reacción de la gente que no sabe cómo reaccionar, ¿qué se hace?, ¿qué procede?, ¿ya terminó? Todos se preguntan y se voltean a ver… ¿es necesario el aplauso? Se convierte en una explosión sonora de varios cuerpos que se vinculan con la acción antes ocurrida, denota gusto y afinidad o sólo seguimos en un punto en el que el aplauso es el único escape ante la falta de reacción.

Mi reacción fue escribir.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Antibothis para lectura de John Cage, promotor de la conciencia revolucionaria.


Hoy tenía la oportunidad de ir a una sesión de escucha que prometía mucho, pero por diferentes circunstancias, al final, no pude, sin embargo hice mi propia sesión, o como prefiero llamarlo, mi ejercicio de escucha, una vez más en el transporte que utilizo a diario.

Esta vez no les voy a contar todo mi viaje ya que no fue sólo eso…

Antibothis1 para lectura de John Cage, promotor de la conciencia revolucionaria.

(A decir verdad el título no me entusiasmaba mucho, pero ya que compré la revista habría que revisarlo).

En la edición especial de Pauta: cuadernos de teoría y crítica musical conmemorando los 100 años de Cage publicaron un ensayo de Richard Kostelanetz John Cage, promotor de la conciencia revolucionaria, debo mencionar que no ha sido el que más me ha gustado, sin embargo encierra muchas cuestiones que me resultan interesantes y por el azar fue el que comencé a leer al subirme al metro.

“…considero que mi responsabilidad es no repetir lo mismo, sino descubrir cuál será mi próximo paso”

El texto contiene muchas aseveraciones sobre la obra de Cage, sus ideas estéticas, utópicas, anárquicas, en fin, lo que todos los que lo estudiamos y disfrutamos de su legado llegamos a hacer, pero lo principal es una entrevista que viene después donde las preguntas y respuestas son de lo más sinceras y no conducen a un punto en especifico, o al menos eso me parece.

Quizá traicionando un poco el silencio cageano, decidí escuchar el Antibothis Vol. 4, no obstante al leer:

“Creo que el uso de los ruidos en la composición musical irá en aumento hasta que lleguemos a una música producida mediante instrumentos electrónicos, que pondrán a la disposición de la música cualquier sonido y todos los sonidos que el oído pueda percibir…”

no dudé ni un poco en sacar los audífonos para escuchar la compilación. Y después de pensarlo un poco decidí escribir al respecto, pero no de forma “erudita” ya que considero que no estoy a la “altura” para hacerlo; en esta ocasión haré lo que tanto critico, sólo escribiré las frases con las que me quedo, dejaré hablar a Cage mientras sigue sonando Plant de Murcof.

“Si quiere saber la verdad –me dijo Cage una vez, con un guiño que era mezcla de entusiasmo e ironía– la música que prefiero, aun más que la mía o cualquiera otra compuesta por alguien, es la que escuchamos cuando nos quedamos en silencio.”

“Abrimos nuestros ojos y oídos cada día para contemplar la vida en toda su hermosura”

“No me intereso por estas cosas en función de un desinterés por la música sino más bien en función de un interés intensificado por ella.”

“… Él podría haber querido decir que había sonidos en su cabeza, pero yo quiero decir que hay sonidos en el medio.”

“Lo único que debe hacer es cambiar la mentalidad. Ni si quiera se precisa una habilidad especial.”


Podría seguir escribiendo pero acabaría por transcribir toda la entrevista y ya se está acabando la cerveza, mejor léanla en Pauta… Julio-Diciembre de 2012. Termino con una cita que le dio cabeza a mi planteamiento de tesis, el silencio… aproximaciones a una escucha.

“ ‘A mí no me interesan los resultados. A mí sólo me interesa seguir’. Bueno, lo que esta música no intencional quiere hacer es, por parte de esos medios y por otros medios que pueden ser teatrales o arquitectónicos o de otro género, que el oyente comprenda claramente que la audición de la pieza es una acción suya, que la música, digamos, es suya, más que del compositor; porque el compositor no está en la misma posición que él respecto a ella –a nivel más inmediato, no está en la misma parte de la sala. Si hay una pluralidad de fuentes de sonido distribuida en el espacio, él oye algo distinto de lo que cualquier otro puede oír.”

Sobre el disco no puedo decir mucho, qué podría decir ante semejante compilación, sonidos que te llevan de la mano a diferentes dimensiones, de forma gradual o explosiva… creo que Cage estaría muy contento al escuchar lo que se produce actualmente, música electrónica, electroacústica, acusmática… que nos entrega cualquier sonido y todos los sonidos que el oído pueda percibir.


miércoles, 20 de febrero de 2013

El eterno descanso


La monotonía invade el rostro de las personas que viajan junto a mí, el recorrido de todos los días, de la casa al trabajo, del trabajo a la casa, el metro repleto de rostros desolados, seres sin energía caminando rumbo a sus hogares, uno tras otro como una procesión en silencio en un cementerio de ilusiones…

Nostálgica por sentirme parte de esa procesión trato de alejarme de la rutina, salir de ahí pero sin abandonar mi lugar, la música es un buen pretexto, pero al ver al resto de la gente ensimismada con sus audífonos me estremezco. Pienso en qué hacer y de pronto aparece, un ejercicio de escucha, pero no el de siempre, tengo una pieza en mi teléfono que recomiendan escuchar caminando por un jardín o un parque, yo no tengo eso, yo estoy en el metro y no saldré de ahí en una hora, lo suficiente para escuchar In Memoriam.

Busco mis audífonos los conecto pero en vez de abstraerme me vinculo con el ambiente, se escuchan los primeros pasos de la pieza mientras se cierran las puertas en Niños Héroes… La obra es una fusión de varias propuestas sonoras de diversos artistas que te llevan en un recorrido por los mensajes capturados por Israel Martínez en el panteón Jardínes de Humaya (Culiacán)…



Mi trayecto continua, suben y bajan personas del tren mientras escucho el paisaje sonoro y la pieza; hay momentos en los que creo se genera un diálogo entre los ruidos del túnel y los sonidos de In Memoriam.

Llega mi parte favorita del camino, el transbordo en Guerrero, la gente camina sin ánimo, sin prisa, de nuevo pienso en esa procesión hacia el sepulcro, recuerdo una frase que Israel cita en el booklet, “What we find in so many cases of melancholia is the need to create a new language to talk about the loss”.

Subo al segundo tren, más rostros vacíos, cansados, el que más me llama la atención es el de un payaso, un señor viejo y cansado maquillado para sonreír, como un cadáver en el féretro, el recorrido aún es largo pero tengo una gran compañía.

En San Lázaro salimos a la superficie, las luces de los carros pasan a prisa mientras las de las casas y edificios se van quedando atrás, personas por todos lados y yo en medio de ellas escuchando lo que me rodea y los mensajes para los que ya no están.

Por fin llego a Ciudad Azteca, en el auto ya esperan por mí, camino hacia el encuentro con mi papá y continúa la pieza. El carro arranca rumbo a la casa. Justo cuando abro la puerta se oyen los últimos sonidos de la pieza, los últimos pasos hacia mi eterno descanso.